Cómo pasar un día en King’s Cross, el barrio más interesante del norte de Londres Register for free to continue reading

Nuestra nueva serie de microguías se inspira en el movimiento de los viajes lentos, animando a los viajeros a relajar su ritmo y a sumergirse en un barrio concreto de una ciudad muy querida. En lugar de un itinerario relámpago con el objetivo de visitar todas las atracciones imprescindibles, estas guías compactas y detalladas te animan a concentrarte, a tomarte tu tiempo y a explorar realmente como un lugareño.

Todo el mundo te dirá que King's Cross ha cambiado mucho en las últimas décadas. Muchos taxistas sonríen con cariño mientras recuerdan que "antes estaba lleno de prostitutas", como si recordaran una época más feliz.

Esta zona, que va desde Euston Road hasta York Way y llega hasta las vías del tren y vuelve a bajar por Camley Street y Midland Road, solía ser un páramo urbano. Hoy en día, se ha sacudido su antigua reputación de sórdido; se ha invertido mucho en la zona, lo que ha dado lugar a una de las mejores escenas de restaurantes, bares y tiendas del centro de Londres, todo ello a poca distancia de una de las estaciones mejor conectadas de la capital (incluso puedes subirte al Eurostar si te cansas de la N1 y, en general, del Reino Unido).

Me considero una lugareña de la ciudad desde hace una década, e incluso en ese tiempo la he visto evolucionar continuamente, con nuevos eventos y negocios que surgen todo el tiempo. He aquí cómo pasar un día más o menos explorando una de las zonas más prometedoras de Londres.

Granary Square es el corazón de esta nueva zona y uno de mis lugares favoritos de Londres. ¿Por qué? Porque en medio de todos los lugares dispuestos a aceptar tu dinero -bares de lujo, restaurantes de platos pequeños, un Waitrose que es tan elegante que tiene una noche de jazz regular- hay un espacio que es completamente libre para relajarse. Además de los bancos y las múltiples mesas y sillas a las que acuden los lugareños a sentarse durante todo el año, trayendo sus propias botellas de vino, hay tres rejillas centrales de fuentes. En verano, es una delicia ver a los niños correr por ellas y divertirse como nunca; en invierno, suelen estar iluminadas con luces multicolores y son muy bonitas. En invierno, suelen estar iluminadas con luces multicolores y son muy bonitas. También están las gigantescas escaleras de la Granary Square que bajan hasta el canal, un lugar ideal para reunirse con los amigos y observar a la gente (o ver una película gratis en verano, cuando se instala una pantalla de cine temporal).

Una de las cosas que inyectó una dosis de frescura en King's Cross fue la decisión de trasladar aquí el campus de la mundialmente conocida escuela de arte y moda Central Saint Martins, inundando la zona con una gran cantidad de tipos creativos y vanguardistas. La Lethaby Gallery, adjunta a la escuela, tiende un puente entre los estudiantes y los visitantes y expone obras seleccionadas de estudiantes de licenciatura y maestría, junto con trabajos del personal, exalumnos y asociaciones externas. La entrada es gratuita.

El estudio de fitness Frame es el tipo de establecimiento que te hace sentir como la versión de Instagram de ti mismo que aspiras a ser -siempre vestido con ropa deportiva Lululemon y tomando un jugo verde- desde el momento en que entras por la puerta. Es esta sensación la que me impulsa a, de vez en cuando, pagar una de sus modernas clases de ejercicio a 16 libras. Hay una gran variedad de clases para elegir, como yoga, pilates y barre, pero yo recomendaría ir a una de sus “Clases estilo fiesta” para divertirse de verdad: Las opciones incluyen Old Skool Bangers, Music Video y 90s Dance Cardio.

El camino de remolque del Regent's Canal está justo allí, pidiendo que lo pasees. Dirígete hacia el oeste y en 20 minutos llegarás a Camden Lock y sus famosos puestos de comida callejera. Sigue adelante y gira a la derecha en el canal en Gloucester Avenue y podrás caminar hasta la cercana Primrose Hill y admirar las fabulosas vistas. (Está bien, ya no estás en King's Cross, pero vale la pena).

Está cerrado temporalmente mientras se lleva a cabo una drástica reforma de su centro de visitantes, pero el Parque Natural de Camley Street, una reserva natural de tamaño reducido escondida en el corazón de King's Cross, es una delicia. Está gestionado por el Wildlife Trust y cuenta con bosques, praderas y humedales que sirven de hábitat a aves, mariposas, anfibios y plantas. Su reapertura está prevista para el 13 de octubre; la entrada es gratuita.

Escondido del ajetreo de Camley Street, encontrarás el St Pancras Gardens. Además de la hermosa iglesia vieja de St Pancras, cuenta con un cementerio con algunos elementos bastante llamativos. Averigua si puedes ver el lugar de descanso final del arquitecto del Banco de Inglaterra, John Soane, un monumento en honor a la defensora de los derechos de la mujer Mary Wollstonecraft (que fue enterrada aquí pero cuyos restos fueron retirados más tarde), y el misterioso Hardy Tree. un extraño apilamiento de lápidas alrededor de un árbol que se cree que fue creado por el autor Thomas Hardy.

Esta apreciada cadena de restaurantes indios de lujo tiene una sucursal en King's Cross, y no hay mejor lugar para un brunch o una cena con un toque tradicional de “café de Bombay”. Es increíblemente popular por las noches, pero si vas hacia las 10 de la mañana no suele haber problemas para conseguir una mesa para un huevo naan y una taza de chai de la casa rellenable.

Elige entre platos pequeños, cuencos, hamburguesas o, erm, platillos, en este elegante restaurante de propiedad australiana. Me gusta mucho la hamburguesa de camarones y el dahl de lentejas negras.

Para algo más parecido a la comida rápida, pero que sigue estando de moda, Beer and Burger ofrece, bueno, cervezas y hamburguesas. Pero las cervezas son artesanales, obviamente, y las hamburguesas tienen descripciones como: “Dos hamburguesas de ternera añejadas y aplastadas, Cheddar ahumado a la madera de manzano, Mikkeller Saison, Ketchup de chipotle + tocino de arce, cebollas en tiras de zapatos + pepinillos de eneldo, en un bollo glaseado americano”. ¡Qué bien!

Elige un festín de mezze en Arabica que, a diferencia de muchos de los establecimientos locales, te permite reservar con antelación (algo que siempre se agradece). Elige el menú degustación del chef y podrás probar un poco de todo, junto con una copa de champán, por 37 libras.

Esta colaboración entre el chef Assaf Granit y el estudio de diseño de interiores Tom Dixon sirve platos delicados pero deliciosos de Medio Oriente: Piensa en pulpo con tortitas yemeníes, pretzels al estilo de Jerusalén y ceviche de rabo amarillo con “nieve de feta”.

Tengo que dar un saludo a Happy Face, que ha salvado más de una noche improvisada en King's Cross. Siempre tienen mesa, las pizzas al horno de leña son deliciosas y los precios son correctos (7,50 libras por una margarita).

¿Un bar sólo para vermut, dices? Pues claro. Creía que detestaba el vino fortificado popularizado por Martini antes de llegar a este abrevadero de Coal Drops Yard, pero me han hecho cambiar de opinión con su amplia carta de 40 platos.

Si lo que buscas es vino, dirígete a este lugar luminoso y aireado en King's Boulevard, que cuenta con una galardonada carta de vinos.

Llámame simple, pero sigo considerando que pedir una copa de champán en el bar Searcys Champagne, en la última planta de St. Pancras, es imposiblemente elegante. Puntos extra si te tomas una antes de subir al Eurostar hacia París.

¿Quieres un pub de verdad? Son más difíciles de encontrar que los bares de cócteles por estos lares, pero el Star of Kings (antes Cross Kings) ha mantenido el rumbo.

Esta cervecería de propiedad australiana elabora sus propias cervezas artesanales en su sede londinense, al borde del parque Lewis Cubitt, y las sirve junto a “cervezas locales inspiradas en la escena cervecera del Reino Unido”.

Disfruta de tu café con un toque de justicia social en esta cafetería de Coal Drops Yard: Es la “primera empresa de café del mundo con base en una prisión”, que ayuda a los delincuentes a reintegrarse en la sociedad formándolos en habilidades profesionales de tostado y barista.

Todos los sábados y domingos, un mercado entero surge en el espacio junto a Waitrose, con puestos independientes que venden de todo, desde broches vintage y cerámica a medida hasta risotto de setas y trufas y churros recién hechos.

Esta barcaza convertida en librería es una de las favoritas de la zona, estacionada en el canal entre York Way y la pasarela de Granary Square.

La última pieza del rompecabezas de King's Cross, formada por tiendas y lugares para comer y beber, es divertida para echar un vistazo, aunque muchas de las tiendas son prohibitivamente caras. Destaca la tienda benéfica de gama alta Boutique by Shelter; el emporio de artículos para el hogar, belleza y moda Wolf and Badger; y los proveedores de flores secas Roseur. Si lo que quieres es probar, pero no comprar, dirígete al amplio “espacio de experiencias” de Samsung, donde podrás probar todos sus ingeniosos aparatos (y, si eres como yo, mantener a tus sobrinas entretenidas durante al menos media hora; quizás Samsung debería abrir su propia línea de guarderías).

Esta calle peatonal, situada entre Goods Way y la estación de King's Cross, cuenta con una gran cantidad de tiendas de primer nivel, como & Other Stories, Sweaty Betty, Nike Central y Carhartt.

Este lugar de eventos tiene un amplio y ecléctico programa de conciertos, charlas, actuaciones de palabra hablada, comedia e incluso grabaciones de podcasts en directo, con entradas a precios razonables que a menudo se pueden conseguir por diez libras.

Spiritland, un café, bar y estudio, es un homenaje a todo lo relacionado con la música, con un “sistema de sonido Living Voice de primera clase”. A menudo acoge eventos, como sesiones de DJ, charlas y lanzamientos de discos.

Incluso puedes ver una película: King's Cross tiene su propio cine Everyman, con servicio de mesa y asientos de lujo (aunque los precios son los mismos).

Si quieres pasar la noche en una cama de lujo, reserva en el impresionante hotel Renaissance, de estilo gótico, en la estación de St Pancras. Es un cinco estrellas con techos altos y mobiliario de primera clase. Merece la pena solo por hacerse un selfie en la icónica escalera de caracol (que las Spice Girls hicieron famosa para siempre en el video musical “Wannabe”).

Una opción más económica es el Premier Inn de York Way, donde una cama fiable y cómoda y un entorno tranquilizador y familiar prácticamente garantizan una buena noche de sueño.

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