Qué animales sufren COVID-19 y por qué | National Geographic National Geographic National Geographic
Ngozi y Kibo, de 22 y 23 años, desarrollaron tos, letargo y goteo nasal en su casa de Colorado en noviembre. Pronto se concluyó que sus síntomas corrientes eran signos de una primicia mundial: estas residentes del zoo de Denver (en Colorado, Estados Unidos) se convirtieron en las primeras hienas del mundo infectadas por el virus SARS-Cov-2 que provoca la COVID-19.
El hito, casi 20 meses después de que se iniciase la pandemia, forma parte de un patrón detectado en los últimos meses. El 6 de octubre, un binturong (o "gato osuno") y un gato pescador dieron positivo en el zoo de Chicago, seguidos una semana después por un coatí (o nasúa). El 5 de diciembre, dos hipopótamos de un zoológico belga fueron víctimas de la enfermedad. Todos fueron los primeros de su especie en contraer el virus.
Ahora forman parte de un grupo de 315 animales de 15 especies en Estados Unidos a los que se les ha confirmado la presencia del SARS-CoV-2. La lista incluye también gatos, perros, tigres, leones, leopardos de las nieves, gorilas, nutrias, un puma, un hurón y ciervos de cola blanca (los visones infectados, casi todos en granjas peleteras, no se incluyen en el total).
¿Qué sabemos sobre qué animales pueden contraer el virus? ¿Y qué supone esto para ellos -y para nosotros-?
(Relacionado: Las mascotas nos ayudan a sobrellevar la pandemia, pero esto podría estar estresándolas).
¿Son ciertos animales más susceptibles?
Estos casos han afectado principalmente a los carnívoros (los carnívoros pertenecen a un orden de mamíferos que incluye a los gatos salvajes y domésticos, los perros y los lobos, los osos y otros. Carnívoro es un término genérico para cualquier animal que se alimente principalmente de carne).
Las hienas, el binturong, el coatí y el gato pescador son todos carnívoros, al igual que los gatos domésticos y los grandes felinos, que han dado positivo desde el principio de la pandemia.
Esto no significa necesariamente que los carnívoros sean más susceptibles: aún no hay datos suficientes para someterlos a análisis, dice Elizabeth Lennon, veterinaria de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos).
Sin embargo, la historia es diferente con los grandes felinos. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), 90 han dado positivo en el país. "Creo que si se observa el panorama general en todos los zoológicos, se puede decir con seguridad que hay una mayor susceptibilidad a la enfermedad clínica en los grandes félidos", afirma Lennon.
Algunas especies son más susceptibles a ciertas variantes
Tomemos a los ratones como ejemplo. Evitaron el virus original del SARS-CoV-2, pero sabemos que pueden infectarse con la variante beta.
A medida que surgen variantes en los humanos, el virus podría estar ampliando su rango de huéspedes, mutando para infectar a más especies y circulando potencialmente de forma "silenciosa" entre ellas, creando un nuevo reservorio, dice Diego Diel, profesor asociado y director del laboratorio de virología de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell (Estados Unidos).
Pero lo contrario también es cierto: es posible que las nuevas variantes sean inofensivas para ciertas especies, dice Diel, porque "a medida que el virus se vuelve más eficaz en la transmisión entre humanos, puede ser menos eficaz en el movimiento entre animales."
Por ahora, no hay pruebas de que, a excepción del visón, ninguna especie, incluidas las mascotas, pueda transmitir el virus a los humanos, ni de que hayan surgido variantes tras mutar en otra especie.
La mayoría de los animales no parecen enfermar gravemente de COVID-19
La mayoría de los animales en EE.UU. -incluidas las hienas Ngozi y Kibo- sólo han tenido síntomas leves y se han recuperado completamente.
Los casos más graves se han producido en leopardos de las nieves y visones. En el zoológico infantil de Lincoln, en Nebraska (Estados Unidos), tres leopardos de las nieves murieron en noviembre por complicaciones de la COVID-19. No está claro si tenían enfermedades subyacentes. Y miles de visones han muerto en 17 granjas peleteras de Utah y otros estados. Millones han sido sometidos a eutanasia en granjas de Dinamarca y los Países Bajos.
Buddy, el primer perro que dio positivo en COVID-19 en EE.UU., murió en julio, pero es probable que tuviera un linfoma, lo que, según los expertos, puede haber influido.
El estudio de COVID-19 en animales importa
"En cuanto hay más de una especie que puede mantener y transmitir un virus, esto tiene implicaciones importantes en las estrategias de control y también en las de prevención", afirma Diel. Por eso es crucial averiguar si alguna especie puede convertirse en reservorio del virus.
"Los animales plantean riesgos diferentes y desconocidos", dice Lennon. "Es ciertamente importante que la vigilancia en muchas especies diferentes continúe, porque el virus está muy extendido", lo que aumenta la exposición y la transmisibilidad.
Las pruebas se inclinan hacia los animales que han mostrado signos de enfermedad
El número de infecciones en animales en EE.UU. probablemente supere los 315 casos registrados, afirma Diel. Si los animales no muestran síntomas, es poco probable que se les hagan pruebas, y eso dificulta el conocimiento de los posibles propagadores silenciosos, es decir, los animales que pueden contraer el virus y transmitirlo sin mostrar nunca síntomas.
El ciervo de cola blanca es una de las especies que los científicos están vigilando de cerca. Este año, un estudio en el que se analizó la sangre de más de 600 ciervos en cuatro estados de EE.UU. encontró anticuerpos contra el coronavirus en casi el 40% de las muestras. El mes pasado se detectó la COVID-19 en tres ciervos de Quebec (Canadá). Ninguno de los animales parecía estar enfermo.
No hay pruebas de que los ciervos puedan transmitir el virus a los humanos o a otras especies. Pero el espectro de un reservorio silencioso hace reflexionar a los científicos. "Por eso todo el mundo está tan preocupado por estos estudios sobre los ciervos", dice Lennon. Si un virus se propaga silenciosamente e incluso muta en una gran población animal, "es mucho más difícil de controlar y erradicar".
La inmensa mayoría de los casos detectados en animales de zoológico en EE.UU. han sido notificados por instalaciones acreditadas que cuentan con estrictos protocolos sanitarios.
El zoo del Bronx, donde los primeros tigres y leones dieron positivo en abril de 2020, el Safari Park del zoo de San Diego, donde el primer gorila dio positivo en enero de 2021, y el zoo infantil de Lincoln, hogar de los tres leopardos de las nieves que murieron, son miembros de la Asociación de Zoos y Acuarios (AZA), una organización estadounidense sin ánimo de lucro que establece normas para el cuidado y la seguridad de los animales.
Los protocolos veterinarios más estrictos de la AZA implican que los cuidadores tienen más probabilidades de detectar enfermedades en sus animales y de realizar pruebas, afirma Dan Ashe, presidente de la AZA. "Están vigilando constantemente a los animales", dice. "Si algo no parece estar bien, hacen preguntas".
Las prácticas estándar durante la pandemia incluyen el uso de equipos de protección personal y minimizar el contacto cercano con los animales, según los veterinarios de varios zoológicos acreditados por la AZA con casos positivos. "Nuestros miembros han tomado muchas medidas de protección, y aún así estamos viendo infecciones", dice Ashe. "Así que es difícil creer que no esté ocurriendo en otras instalaciones donde el contacto es mucho más -digamos- liberal".
¿Qué ocurre en los zoológicos "de carretera" que ofrecen contacto directo con los animales?
Muchos zoológicos de carretera, como los que aparecen en Tiger King de Netflix, ofrecen contacto directo con los animales, especialmente con cachorros de león y tigre, especies que se sabe que son susceptibles al virus. Estos zoológicos deben tener licencia del USDA para exhibir animales, pero no están acreditados por la AZA, que no permite el contacto entre los grandes felinos y el público.
(Relacionado: La reapertura del zoo de 'Tiger King' expone a los grandes felinos al coronavirus)
Las normas de cuidado establecidas por el USDA están muy por debajo de las de la AZA, y los zoológicos de carretera son conocidos por la falta de atención veterinaria y protocolos de seguridad. No está claro si los grandes felinos de los zoológicos de carretera o de los centros de acogida de cachorros han sido sometidos a pruebas de detección del virus o han muerto a causa de él.
"Creo que el riesgo es mayor" en los zoológicos de carretera, dice Diel. "Un requisito para la transmisión es el contacto cercano, y en cada situación en la que... se amplía el número de personas que tienen contacto con los animales, eso aumenta el riesgo".
Necesitamos más datos, y debemos seguir estudiando
Aunque la COVID-19 es principalmente una enfermedad humana, dice Lennon, el creciente número de especies que se sabe que son susceptibles al virus debería ser una llamada de atención. "Tenemos que hacer mucha vigilancia en diferentes especies y en nuevas variantes" como Ómicron, dice. "Este virus desde el principio ha sorprendido a todo el mundo en todo momento... No podemos bajar la guardia en ningún momento, ya que seguimos aprendiendo una y otra vez".
Cómo puedes ayudar
- Si eres positivo en COVID-19, aíslate de tus mascotas, igual que lo harías de otros humanos. Si tu mascota parece estar enferma, llama a tu veterinario.
- Abstente de tocar o acercarte a los grandes felinos en los zoológicos para evitar la propagación del virus. Sabemos que los tigres y los leones son susceptibles al COVID-19 (acariciar a los cachorros también supone otros riesgos para los animales).
- Vacúnate si aún no lo estás. Está demostrado que la vacunación reduce la propagación de la COVID-19, protegiendo a las personas y a los animales.