Qué hacer ante un regalo que no te gusta
Relaciones
Es importante ser empático para que nadie se ofenda y después buscar alternativas al obsequio
Cinco cosas buenas que puedes hacer hoy y que mejorarán tu salud
Gabriela Maestre
La Navidad es, entre muchas otras cosas, época de hacer y recibir regalos. Debemos pensar qué es aquello que más gustará a nuestros amigos y familiares, y las semanas previas a las fiestas las pasamos de compras. Pero a veces, por más que nos esforcemos, el regalo no es el adecuado. Y la situación es aún peor cuando somos nosotros los que recibimos algo que no nos gusta.
Esto pasa con más frecuencia de la que podemos imaginar. Según una encuesta de Oracle, el 77% de la población cree que devolverá al menos uno de sus regalos, y cerca del 20% piensan que cambiarán más de la mitad. Así que, cuando pasen estas fechas, las tiendas volverán a recibir paquetes que no han convencido a sus destinatarios.
Para triunfar con un regalo, explican desde la UOC, hay que tener en cuenta que quien lo recibe siempre valorará más el tiempo y es fuerzo invertidos que el valor económico. Por eso, es un buen detalle contar por qué lo hemos escogido y qué queremos transmitir. Aun así, es posible que nuestra historia no convenza.
Si además se da el caso contrario, y nos encontramos ante un regalo que claramente no encaja con nosotros, debemos saber cómo reaccionar para que nadie acabe ofendido. Según la UOC, hay que ser empático y agradecer siempre las buenas intenciones de quien nos ha comprado algo; evitemos las reacciones demasiado agresivas. Pero también deberíamos explicar que el regalo esta vez no ha sido acertado.
Reacción
Debemos agradecer la intención y no ser desagradables, pero sin dejar de explicar que esta vez no han acertado
Después de esto, solo queda decidir qué hacer con ese jersey, ese jarrón o ese libro que no queremos conservar pero que ahora es nuestro. Las tendencias de consumo están cambiando, y ya no acumulamos tantas cosas que realmente no necesitamos, ni tiramos todo aquello que no nos interesa. Con los regalos pasa lo mismo, y es mejor ser conscientes de cómo los podemos aprovechar.
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— livewindows Sat Jun 22 09:55:43 +0000 2019
Cambios y devoluciones
La solución más clásica es ir a la tienda a intentar cambiar o devolver el regalo. Si tenemos suficiente confianza con esa persona para explicarle por qué no nos ha entusiasmado su idea, también podemos pedirle el ticket. Aunque dejarlo enganchado al paquete hubiera sido un detalle más bonito que el obsequio en sí mismo.
Si nuestra relación no es tan estrecha, o no nos sentimos cómodos siendo tan directos, siempre podemos optar por alguna mentira piadosa: ese pantalón no era de tu talla, y ese CD o libro ya lo tienes en tu estantería. En cualquier caso, es mejor intentar cambiar el regalo que devolverlo, porque así podrás compartir con la otra persona qué es aquello que realmente te gusta.
La opción más agradable, sin embargo, es ofrecer a tu amigo o familiar que te acompañe a la tienda. Pasareis un tiempo juntos y entre los dos podréis escoger algo más adecuado, que os convenza a ambos.
El problema de esta alternativa es que hay que estar muy pendiente de los plazos de cambio. Cada establecimiento tiene los suyos, y tampoco funcionan igual los criterios de devolución en todos los sitios. Aquí es responsabilidad del que compra estar bien informado, porque nunca sabemos con seguridad si estamos equivocándonos.
Donaciones
Donar los regalos que no queremos es un buen detalle. Así, te aseguras de que el regalo que te han hecho con las mejores intenciones llegará a alguien que lo necesita (y lo va a apreciar) más que tú. Además, esta es la mejor opción si te preocupa cómo va a reaccionar la persona que te lo dio. Nadie te echará en cara que intentes hacer una buena obra.
Para las donaciones, en casi todas las ciudades es fácil encontrar alguna ONG o servicios municipales que se encarguen de gestionar la recogida y el reparto de ayudas. A este fin puedes destinar prácticamente de todo: ropa, libros, juguetes, material escolar…
Y si queremos enfocarnos en colaborar a nivel local, existen iniciativas como BeneBene, una aplicación donde tú expones todo lo que quieres donar y las organizaciones más cercanas contactan contigo cuando te necesitan.
Reventa
Vender un regalo es quizás, junto con “re-regalar”, la opción más impopular. Puede que sea porque entendemos que aquello que nos han dado pretendía ser un detalle personal. O puede que, simplemente, no nos lo hubiéramos planteado hasta hace poco. El caso es que esta es nuestra última alternativa.
Es preferible considerar primero las otras opciones. Pero si llegamos a la conclusión de que es lo mejor que podemos hacer y nos viene mejor el dinero que otro producto de esa tienda, adelante con ello.
La reventa de regalos ha ganado peso en los últimos años gracias a las facilidades que ofrece internet. Desde el sofá de casa podemos negociar las ventas, y es mucho más sencillo encontrar compradores interesados. Para relanzar nuestro regalo al mercado podemos escoger entre una variedad de plataformas inmensa: las hay especializadas en determinado tipo de productos, y las hay más genéricas, donde puedes encontrar casi cualquier cosa.
Escojas la que escojas, asegúrate antes de que tu pariente o amigo no la usa también. Aunque le hayas explicado que el regalo no ha sido el mejor de tu vida, esto podría no hacerle demasiada gracia.