Por qué será más barato antes de 2030 construir un coche eléctrico que uno de combustión
Los coches eléctricos arrastran actualmente la fama de ‘caros’. Al menos, más que otros modelos de su segmento con motores de combustión. Sin embargo, esto podría cambiar en pocos años y antes del año 2030 podría revertirse esta tendencia gracias a los avances tecnológicos y los cambios de normativa.
Según ha señalado el CEO de Audi, Markus Duesmann, en menos de cinco años se podrían reducir a la mitad los costes de fabricación de este tipo de vehículos. Lo ha mencionado en una entrevista concedida a Autocar, donde ha hablado de la situación de la firma y de los planes de futuro de la compañía alemana.
Ya se sabe que el fabricante no desarrollará nuevos motores de combustión, aunque la fecha que marcará el fin de la existencia de este tipo de bloques en los modelos de la marca se concretará según las exigencias del mercado. En cualquier caso, parece que la electrificación será el camino a seguir a partir de ahora, al igual que sucede con muchas otras marcas del sector.
Por el momento, el coste de fabricación de este tipo de vehículos es considerablemente alto y las firmas deben llevar a cabo una notable inversión en infraestructura para mantener la construcción estos coches de forma prolongada. Esto repercute en su precio de venta, que en ocasiones se sigue considerando elevado a pesar de los descuentos y las ayudas gubernamentales que se conceden. Sin embargo, Duesmann asegura que esto cambiará, ya que se prevé que para el año 2025 estos costes de fabricación se reduzcan en un 50%. “La tecnología ya está lo suficientemente desarrollada para ver que esto puede suceder”, ha apuntado.
Los coches de combustión serán más caros
Esto se unirá a las nuevas reglas dictadas para los vehículos de combustión. El objetivo es que los nuevos motores cumplan con la nueva normativa Euro 7, caracterizada por ser muy restrictiva en cuanto a los niveles de emisiones permitidos a partir de 2025. Debido a esto, el coste de fabricación de un automóvil diésel o gasolina se verá notablemente incrementado, lo que propiciará que la brecha entre estos y los modelos eléctricos no sea tan grande -Actualmente, un Audi Q5 se vende a partir de 49.200 euros y el e-tron, de tamaño similar, desde 77.500 euros-. Por ello, el CEO de la marca alemana cree que los precios de ambos tipos de vehículos se verán igualados a mediados de esta década.
Para el 2027 se prevé que la fabricación de los modelos eléctricos sea mucho más barata, lo que los podría llegar a convertir en una opción más económica frente a los de combustión. Así, es probable que más gente se decida a comprar uno de estos automóviles, pero esto no quiere decir que se vayan a convertir en coches ‘baratos’ como tal. Dependerá también de la medida en que se vea incrementado el precio de los diésel y gasolina, por lo que saber con exactitud cuánto nos costará comprar uno u otro coche y en qué medida nos compensará decantarnos por una opción es algo que solo podremos comprobar con el paso de los años.