Invertir en cannabis: los pros y los contras de llevar marihuana en nuestra cartera
- Sara Rivas
- Finect
La inversión en cannabis no es una tendencia nueva. De hecho, el primer ETF del sector en Estados Unidos surgió en 2017. Sin embargo, en los últimos meses la tendencia ha cogido popularidad al calor de la legalización de la planta, tanto para uso medicinal como recreativo. Canadá y Estados Unidos son muestra de ello. El último estado americano en dar el paso ha sido Nuevo México. La región del suroeste del país se ha unido a una lista formada ya por cerca de 20 estados entre los que se encuentran Nueva Jersey, Arizona, Virginia, Mississippi, Montana, Dakota del Sur o Nueva York.
Precisamente, solo en Nueva York, la nueva legislación determina un impuesto del 9% sobre las ventas de cannabis, al que habría que añadir un 4% adicional a repartir entre las autoridades municipales y del condado. En total, las autoridades prevén recaudar 350 millones de dólares al año solo en impuestos. Por ello, no es de extrañar que muchos analistas afirmen que el desbloqueo de una ley, que lleva años en los pasillos de las diferentes Asambleas, se haya desenmarañado a raíz del agujero fiscal provocado por la pandemia por Covid-19.
"Está claro que es un sector de moda en los últimos años, el avance en su legalización ha dado lugar a nuevos negocios legales relacionados con el sector que rápidamente han adquirido un gran volumen", afirma Antonio Jiménez Colilla, asesor financiero de Mapfre, presente en la plataforma de asesores de Finect. Un ejemplo de ello es la empresa Canopy Growth, que hoy alcanza los 30.000 millones de dólares.
Pero más allá de una moda, y de su uso recreativo, sus beneficios medicinales están probados científicamente. La Academia Nacional de Ciencia, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos, tras realizar una revisión de más de 10.000 investigaciones, clasifica los beneficios del cannabis en diferentes categorías: evidencias concluyentes, moderadas y limitadas o nulas. Los resultados más concluyentes afirman que la marihuana es efectiva para el tratamiento del dolor crónico, la reducción de la náusea tras la quimioterapia y la reducción de los síntomas de la esclerosis múltiple. Pero, además, diferentes estudios demuestran su utilidad frente a otras enfermedades, como el Parkinson, el Alzheimer, ciertos desordenes neurológicos e, incluso, la epilepsia.
Pero ¿y qué hay de sus beneficios económicos? Las estimaciones prevén que solo en Estados Unidos podría llegar a mover hasta 30.000 millones en 2025. El ETF MG Alternative Harvest (NYSE:MJ), primer ETF de cannabis en cotizar en una Bolsa estadounidense, en diciembre de 2017, sube cerca del 80% desde mínimos de marzo y en 2021 suma ya un 34,93%. Lo cierto es que "las inversiones en estos activos han soportado volatilidades extremas durante toda su vida bursátil, lo que hace que solo los perfiles muy agresivos puedan plantearse invertir en este sector", dice Jiménez Colilla.
Para este perfil, el asesor financiero de Mapfre considera que a través de un vehículo bien diversificado podría ser adecuado invertir entre un 5% y 10% de la cartera. Sobre todo, dada la coyuntura actual en la que nos encontramos, donde los mercados de renta fija y renta variable tienen valoraciones muy ajustadas, cotizando muchos de ellos en máximos históricos. "Estos activos podrían ofrecernos una alternativa descorrelacionada donde poder obtener las rentabilidades de la bolsa sin seguir su mismo rumbo", afirma.
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— The Kitchn Thu Nov 26 05:01:13 +0000 2020
En esta misma línea Javier Molina, de eToro, confía en las oportunidades de un sector que, "aunque ha doblado su valor desde mínimos de 2020, respecto a la media no está caro, ni cerca de máximos". De hecho, el ETF MG Alternative Harvest cotiza un 50% por debajo de sus máximos de 2018, cuando alcanzó los 40 dólares. En todo caso Molina recomienda invertir en esta tendencia a través de ETFs. "Es muy complicado realizar una selección de acciones concretas porque ha habido muchas variaciones de empresas y, además, no son todo lo mismo. Hay que tener en cuenta si tienen producción de plantas, donde las tienen, si tienen capacidad para realizar un primer tratamiento o no..."
Lo mejor son ETF como el MJ o el Amplify Seymour Cannabis (NYSE: CNBS), que de más reciente creación (2019) invierte, al menos, un 80% de su cartera a empresas relacionadas con el cannabis.
Riesgos asociados
Pero no todos los expertos terminan de ver su atractivo. Entre ellos el asesor financiero de Andbank, también presente en la plataforma de Finect, Francisco Martínez. "No me atrevo a catalogar como oportunidad de inversión algo que plantea tantas dudas. La primera tiene que ver con la regulación de su uso. Mientras que el terapéutico está cada vez más extendido, el uso recreativo está permitido en pocos países. En muchos otros existe cierto vacío legal y esto plantea un riesgo regulatorio que siempre debe estar presente en las decisiones de inversión", afirma.
Por otro lado, Martínez recuerda que la OMS considera esta sustancia como una droga, y los riesgos morales que se derivan chocan frontalmente con inversiones compatibles bajo criterios éticos y responsables, cada vez más presentes en la industria.
Otro de sus problemas, según Jiménez Colilla es la valoración de sus activos "ya que cuando comienza una nueva actividad nunca realizada hasta ahora, resulta difícil en primera instancia poder valorar si una compañía esta cara o barata, además de no tener referencias en el sector que puedan darnos pista de cómo se tomará el mercado real este tipo de productos". De ahí que, al igual que Molina, el asesor de Mapfre recomiende invertir a través de un ETF o fondo de inversión que permita diversificar entre las empresas cotizadas de este sector.
A lo anterior, el asesor de Mapfre recuerda el inconveniente de la volatilidad en la que se mueve el sector a causa de la incertidumbre, "lo que da lugar a cambios bruscos en las valoraciones por nuevas regulaciones y deja fuera a muchos inversores". "El tema regulatorio en ciertos países donde la política cambia de manos muy rápido, hacen que todavía sea más difícil concretar como será la apertura de nuevos mercados del cannabis o si donde actualmente son legales seguirán estables con sus políticas", concreta.
Por último, Jiménez Colilla menciona el problema reputacional al considerarse como "una droga" para determinados usuarios, lo que puede hacer que determinadas empresas se muestren reticentes a entrar en la venta o distribución de productos relacionados con la planta por temor a perder imagen de marca mientras los consumidores cambian su concepto.