Un oro 12 años después
Cerca de la retirada y casi sin pierna. “Un accidente así te cambia la vida”, admite Marina González a los 41 años y tras ganar su primer Campeonato de España de ciclocross en Xátiva. La historia se remonta a muchos años antes, en 2009, cuando esta licenciada en Actividades Físicas y del Deporte estaba en el esplendor de su carrera. “Venía del Tour de Francia y competía en el Campeonato de España de ciclismo en Laredo. Iba en una escapada de siete corredoras”, describe poco a poco, con la calma que da superar la situación tras muchos años. “Era la última del grupo y la de delante hicieron una señal porque había un juez controlando. Todas lo esquivaron, pero a mí no me dio tiempo”, relata.
El siguiente paso resultó una caída dura, de esas que pueden dejarte sin deporte, sin pierna o, incluso, sin vida. “Me fui siete metros por el aire y di contra el quitamiedos. Realmente tuve suerte porque pudo ser mucho peor”, admite a pesar de que aquel incidente le cortó su trayectoria ciclista. El golpe contra el metal le seccionó el cuadríceps hasta el punto de que, en el hospital, no sabían como coser aquello. “Me quedé sin sensibilidad en la pierna. Tengo cicatrices y hay lugares que toco y no siento nada”, especifica. No obstante, con el tiempo, el trabajo médico y la rehabilitación terminó por hacer funcionar la pierna. “Responde bien. Llegaron a decirme que no me recuperaría. Cuando intentaba volver a la bicicleta, no iba bien y me dolía mucho la espalda. Pero gracias a un médico que me recomendó correr, me fui recuperando. Estuve año y medio para hacerlo”, revela la deportista.
A partir de aquel incidente, comenzó una nueva etapa. Llevaba encima de la bicicleta desde antes de los diez años de forma continuada. “Ya había participado en Campeonatos de España de ciclocross, bicicleta de montaña y carretera”, expresa. Hubo enfado con los gestores del ciclismo gallego y, gracias a las carreras, recuperó el nivel deportivo hasta ser una referencia en el duatlón. También obtuvo un Campeonato de España, pero en esa modalidad. Por ahí iba la vida de Marina González hasta que el pasado año, en otro estatal pero de ciclocross, falleció por un infarto el vigués y extécnico de la Federación Galega Guillermo Sande. “Él siempre me había animado a volver al ciclismo, que era mi ámbito y me iba a gustar”, relata. Y terminó por dar el paso. Para ello, también tuvo que encontrar la bicicleta adecuada y, en Xátiva, a los 41 años, la verinesa afincada en Vigo ganó el campeonato de España de ciclocross máster 40 que completa una temporada invernal de gloria con triunfo en la Copa Galicia y la Copa de España.
“No sabía que iba a tener este nivel. La campaña resultó muy buena y una victoria así se disfruta más que cuando eres joven. Antes estaba en un equipo, te dan apoyo y te llevan a las carreras”, relata. No obstante, en la actualidad, “tienes que buscar tiempo para entrenar antes o después del trabajo, pagarte las cosas y conoces las dificultades. Todo es mucho más complicado, lo sabes y por eso lo saboreas más”, concluye. Y es que el día a día de Marina González es una especie de contrarreloj porque trabaja de dependienta en Zara, con los consiguientes cambios de turno. “Y menos mal que me dan muchas facilidades para ir a las carreras. Trabajo de lunes a sábado y, en diciembre, en plena temporada, muchos domingos. Tienes que pedir favores para poder ir a correr y estoy muy agradecida a las compañeras”, se sincera. Cuando la ciclista levantaba los brazos en Xátiva, era “el primer fin de semana de rebajas. Dejarme ir ese día, tiene un gran mérito”. Eso sí, al regresar pudo esgrimir la primera posición. Ya que obtuvo el permiso, al menos finalizar en lo alto del podio.
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— Heather Preston Sat May 15 12:40:02 +0000 2021
Buena parte de la culpa del oro también lo tienen sus compañeros del Illas Cíes Cycling Team. “Es mi equipo, me apoyan mucho y también me llevan muchas veces ahogada porque tienen nivel. Esto es lo que me permite estar en forma para poder ganar, como esta temporada”, describe. Y, pese a la pierna de cicatrices y escasa sensibilidad, se encontró realmente cómoda en el ciclocross. En gran medida, por los años dedicados a la carrera y el duatlón. “Te da una fuerza extra y también más facilidad para las zonas de correr, de escaleras y de cargar con la bicicleta. Me costaba menos que a otras y acusaba menos el esfuerzo”, describe.
La primera medalla
Poco a poco, recuerda la forma en la que llegó a esta victoria. Marina González salió de Verín para estudiar a los 18 años. Se licenció en actividades físicas y del deporte mientras crecía en el ciclismo. Después trabajó en su campo hasta que cambió a la venta de ropa. Y, en la memoria, conserva aquel accidente que le cambió su trayectoria deportiva. Estuvo muy cerca de seccionarle la pierna entera y, sobre todo, le modificó la forma de “ver la vida”. Consiguió mucho tiempo después una medalla de oro en un Campeonato de España. Eso sí, de ciclocross. “En ocasiones pienso que esa primera medalla podría haber llegado en aquella carrera del accidente. Íbamos siete escapadas a falta de veinte kilómetros y, al final, se jugaron la victoria y las medallas las seis que iban conmigo. Quién sabe, igual la llevaba yo”, reflexiona en alto tras el turno matinal en la tienda y unas horas antes de realizar el tradicional entrenamiento largo del domingo por la mañana. Al menos, más de 12 años después, tuvo la oportunidad de levantar los brazos encima de la bicicleta. Un oro para el homenaje a Guillermo Sande y, sobre todo, con un enorme sabor personal de satisfacción y felicidad tras las cicatrices del deporte y la vida