Blanquear millones de euros de droga en chándales, Rolex y muebles por estrenar
El vestidor, morado y decorado con cristales brillantes, cumple al 100% con la estética narco. No solo por la decoración de la estancia en sí misma, sino porque es una sucesión de baldas, cajones y colgadores en la que solo se guardan chándales de marca y zapatillas deportivas. Es la parte más privada de una casa que, con su exterior revestido de tonos grises, luce nueva, impoluta y lujosa en mitad de una barriada tan necesitada y humilde con San Bernardo, en La Línea de la Concepción. Tanto por dentro como por fuera aparenta justo lo que la Guardia Civil sospecha de ella: ser destino del blanqueo del dinero del narco del Estrecho.
La vivienda es una de las diez que unos 200 agentes de la Guardia Civil registraron este lunes en las localidades campogibraltareñas de La Línea y San Roque —nueve en el primer municipio y una en el segundo— en un nuevo golpe policial contra las argucias de los narcotraficantes locales para lavar el dinero procedente del tráfico de hachís. En el despliegue acabaron detenidas siete personas, relacionadas con el conocido como clan del Real Madrid, una organización vinculada de forma directa con la mafia de los hermanos Antonio e Isco Tejón, alias Los Castañas, los mayores traficantes de la zona que permanecen en prisión provisional por causas anteriores. Los investigadores creen que los implicados fueron capaces de camuflar hasta dos millones de euros vinculados a beneficios del hachís procedente de Marruecos.
A los siete detenidos de este lunes se les investiga por blanqueo de capitales, “lo que no quiere decir que alguno se dedicase también a traficar”, según avanza una fuente cercana a OCON Sur, el organismo de la Guardia Civil creado para luchar contra el narcotráfico en la zona. Aunque la investigación, iniciada a instancias de la Fiscalía Antidroga del Campo de Gibraltar, se mantiene bajo secreto de sumario, conocedores del caso apuntan a la fórmula habitual del lavado de dinero en el mundo del hachís: “Todo gastar mucho y puesto a nombre de terceros”. Ese proceder explica que algunos de los detenidos sean familiares cercanos a los implicados que consintieron escriturar propiedades a su nombre.
Entre los apresados se encuentra el máximo responsable del grupo que se había construido una lujosa casa de dos plantas entre las calles Ronda y Padre Vitorio Molina en La Línea. Allí se concentraron buena parte de los registros, tanto esa finca como en otras cercanas que, aunque su exterior desentonaba menos que la vivienda principal, también hacían gala en su interior del mismo esplendor. “Todo era plateado y con muchos brillantitos”, apunta un agente presente en los registros. Una de estas viviendas aún estaba por estrenar: los colchones y las almohadas todavía estaban envueltos y aún le quedaban remates de la obra, como el vestidor.
Sin embargo, el mayor dispendio se localizó en la casa de diseño moderno que, en una esquina de San Bernardo, destaca sobremanera con respecto al resto de viviendas humildes de la zona. La mera descripción aportada por el mismo agente relata el lujo: cocina equipada con los mejores electrodomésticos, amplio salón, garaje privado, cuatro dormitorios —uno con baño en suite—, sala de juegos para niños y terraza. En el vestidor del dormitorio principal, los investigadores dieron con un despliegue de chándales de marca, tanto para el dueño como para su pareja, y zapatillas deportivas. “Llamaba mucho la atención que todo el espacio estuviese solo dedicado a esa ropa, mucha aún con las etiquetas de no haberse siquiera estrenado”, apunta esta fuente.
En esta forma habitual de entender el lujo en los submundos del hachís en el Estrecho tampoco faltaba su correspondiente reloj de lujo —un Rolex valorado en más de 10.000 euros—, bolsos de marca, dinero en efectivo —13.000 euros— y coches. En este caso, dirigido por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 5 de La Línea, la Guardia Civil ha intervenido hasta cinco vehículos de marcas usuales, pero equipados con diversos extras. “Es la nueva forma que tienen para no llamar mucho la atención”, explica el agente. En total, la Guardia Civil estima que fueron capaces de blanquear, al menos, dos millones de euros que, previsiblemente, se multiplicarán cuando se haga la estimación total de lo decomisado.