La tormenta perfecta que elevó el costo de vida en el mundo en 2021
No estaba en las cuentas de nadie que la economía global se iba a recuperar tan rápido y, por supuesto, tampoco estaba en el radar pasar de datos negativos de PIB –a causa de los confinamientos– a importantes proyecciones de crecimiento económico que incluso superan los niveles de 2018, como pasa con Colombia, que este año se expandiría 9,7%.
Aunque una buena noticia, todo eso venía acompañado de un arma de doble filo: la fuerte reactivación de la demanda. Las personas salieron de las cuarentenas a “desquitarse” y comprar ropa, carro y hasta vivienda a un ritmo frenético.
Desde luego, todos los sectores requirieron una cantidad de insumos igualmente frenética para responder a los millones de compradores. Así se fue cocinando a fuego una problemática que a hoy sigue golpeando: la escasez de materias primas.
A ello se sumó la falta de contenedores y los altos fletes marítimos en el planeta. Hasta 600% más ha llegado a costar traer un contenedor a Colombia, adicional al mero hecho de que Sudamérica no está entre los principales mercados para las navieras, lo que complicó más la situación.
Por si fuera poco, Colombia todavía tenía encima los nubarrones generados por el Paro Nacional, porque los bloqueos y la situación de orden público hicieron que varias embarcaciones prefirieran seguir de largo y no descargar en Buenaventura, o en el mejor de los casos dejar la mercancía en Cartagena.