Street View de Google llega a la Antártida gracias a un uruguayo
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Contenido exclusivo para suscriptoresYa van cuatro PCR que dan negativo y el definitivo es el de hoy. Nada puede cambiar el resultado. Nicolás Bianchi está aislado desde hace dos semanas en un complejo de la Armada y tiene las valijas prontas. Solo falta que mañana le digan lo que está esperando, al menos, hace cinco años: “Salís hoy para la Antártida”. Así cumplirá un sueño: registrar para Google Street View parte del continente blanco.
En otras palabras, Bianchi es el uruguayo que dejará accesible para todo el mundo un recorrido virtual por las bases científicas de Uruguay, Chile, Rusia y China y, si es posible, llegará hasta las bases de Argentina y Corea del Sur.
“Siempre me gustó la Antártida por lo exótico, lo diferente, lo virgen del lugar. Es inaccesible para mucha gente. Uno de mis sueños es ver en una escuela a un niño con su ceibalita navegando por Street View en la Antártida y apreciar ese lugar con algo más especial que una foto estática”, relató el diseñador de experiencia de usuario en Mercado Libre con diversas certificaciones de Google.
Nicolás y su hermano Santiago estarán alrededor de un mes y medio apostados en la Base Científica Antártica Artigas para mapear todo lo que se pueda en los alrededores de la isla Rey Jorge.
Desde allí caminarán con una carga de aproximadamente 10 kilos –entre la vestimenta para la nieve y los equipos para las fotografías 360º– cinco kilómetros nuevos cada día. “Se va a ir registrando cada cinco metros un punto y tenemos que chequear cada uno”, contó.
La revisión no debe pasarse por alto. Las condiciones meteorológicas no hacen posible que se pueda viajar en cualquier momento. Por este motivo, cada día, al regreso del recorrido a pie con la mochila con el equipamiento para subir todo el material a Street View a cuestas, se debe procesar cada fotografía y cada coordenada. “Llevamos varios aparatos para medir bien el tema del GPS y cinco software diferentes para revisar todo”, apuntó Bianchi.
Con un pie en el Hércules desde 2020.
En 2020, 14 días antes de viajar, se suspendió el proyecto de Google Street View en la Antártida por culpa de la pandemia por coronavirus. Nicolás Bianchi ha estado esperando desde entonces. Si el PCR de hoy –el último– da negativo, mañana podrá iniciar el viaje. El itinerario es el siguiente: vuelo de cinco horas hasta Punta Arenas (Chile) en el avión Hércules Lockheed C-130B de la Fuerza Aérea Uruguaya, seguido de una escala de una o dos horas y posterior cruce de tres horas más de vuelo hasta la isla Rey Jorge de la Antártida. Para hacer este cruce los pilotos calculan con tiempo la llamada “ventana meteorológica”, es decir, el momento para que el despegue, travesía y aterrizaje se haga de la mejor manera posible y sin riesgos por las condiciones climáticas. En caso de que no sea posible el descenso en el continente blanco, el Hércules tiene una autonomía para regresar a Punta Arenas a la espera de otra “ventana meteorológica”.Por mar, la forma de llegar a la isla Rey Jorge es a través del Pasaje de Drake, “un cruce complejo de aproximadamente tres días donde las embarcaciones tienen que luchar con olas de más de 10 metros”. Lo bueno de este recorrido es que se ven las ballenas en su hábitat natural.
Para calibrar los equipos, el técnico hizo pruebas en campos abiertos del interior del país sin ninguna referencia a su alrededor, puesto que esta es la situación que se encontrará en la Antártida. Más allá de la infraestructura de las bases de cada país, no hay otros puntos de referencia para establecer o corregir las coordenadas.
“Estimamos, mínimamente, hacer entre 20 y 50 kilómetros en una primera instancia; si podemos hacer más, mejor; según lo permita el clima. Hoy no hay 50 kilómetros mapeados”, comentó a El País.
El plan es el siguiente: cubrir la Base Artigas –los hermanos Bianchi viajan con el apoyo del Instituto Antártico Uruguayo y de empresas como GoPro USA, Fotoarte, Sinergia Life, ISA, Interfase y el Centro de Innovación y Emprendimientos de Universidad ORT– y recorrer el trayecto hasta las bases de Chile, Rusia y China y rodear el glaciar Collins. “Del otro lado hay un acantilado hermoso; es un lado más solitario”, contó.
La visita hasta las bases de Argentina y Corea del Sur implica el cruce en bote por siete kilómetros de bahía Fildes; primero se viaja hasta la coreana y, “si el agua está tranquila”, hasta la argentina.
En todo momento, Bianchi estará acompañado por científicos que participan de esta temporada de verano y por personal de la Base Artigas para evitar que su presencia genere algún efecto negativo en el ambiente. Esto también incluye el riesgo de llevar el covid-19 a la Antártida. Por eso ha pasado por dos semanas de estricto aislamiento y varios PCR y, lo más probable, es que no pueda ingresar a las bases extranjeras.
Al regresar a Montevideo se terminará de procesar los varios terabytes de información que se conseguirán en la campaña. Bianchi calculó que el viaje por Street View en la Antártida estará listo en un mes y medio.