El dolor en los pezones ya no será un problema en la lactancia si sigues 5 tips básicos
La lactancia es una hermosa forma de profundizar el vínculo mamá-bebé durante los primeros meses de tu pequeño, pero también es la principal fuente de alimentación de tu bebé.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que los bebés únicamente se alimenten de leche materna durante sus primeros seis meses de vida. Además, la lactancia tiene grandes beneficios en tu salud.
En la lactancia no todo es color de rosa
En ocasiones, este hermoso proceso de conexión y alimentación con tu bebé no siempre es un cuento de hadas, sino que viene acompañado de resequedad, grietas o fisuras en los pezones.
De acuerdo con un estudio de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Mashhad, entre el 80% y el 90% de las mamás que amamantan, padecen ardor y fisuras en los pezones.
Para que no sufras dolor en tus senos, te presentamos 5 tips para no tener grietas en los pezones durante la lactancia
#1 Acomoda a tu bebé en una buena posición
La Asociación Australiana de Lactancia explica que una de las razones principales del ardor y dolor en lo pezones, es porque el bebé no está bien acomodado y su mala postura influye en que jale o aplaste el pezón.
En general, hay varias posiciones en las que puedes amamantar a tu bebé. Aquí van algunas recomendaciones que te pueden ayudar a acomodar a tu bebé para que este proceso sea cómodo, tanto para ti como para él o ella.
1. Siéntate en una superficie que te haga sentir segura, cómoda y que te brinde el mejor soporte.
2. Sujeta a tu bebé y colócalo cerca de tu cuerpo. Asegúrate que su cabeza esté ligeramente inclinada hacia atrás, al mismo nivel que tu pecho. De esta manera su nariz y boca estarán a la altura del pezón.
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3. Procura que tu antebrazo sea un buen sostén para su cuello y cabeza.
4. En esta posición, la nariz y la barbilla del bebé tienen contacto con tu pecho. Así, al abrir su boquita cubrirá la mayor parte de tu pezón.
#2 Aplica un poco de leche materna
Una vez que termines de amamantar, aplica un poco de tu propia leche materna en los pezones.
De acuerdo con los expertos de HealthLink BC, el sitio oficial de salud de British Columbia, la leche materna contiene ingredientes que le ayudan a tu piel a revitalizarse, así como anticuerpos que combaten infecciones y pueden ayudar a sanar los pezones y mantenerlos saludables.
#3 Deja que se sequen al aire
Procurar que tus pezones estén libres de humedad, es una excelente forma de prevenir complicaciones en esta parte del cuerpo.
Lo mejor es dejar que se sequen al aire después de cada alimentación. De esta manera, la ropa no se pega a los pezones, ni la fricción los irrita aún más.
#4 Coloca compresas o geles fríos
Puedes colorar compresas frías o almohadillas de gel frías en los pezones, después de amamantar. Esto puede ayudar a reducir el dolor.
#5 Utiliza un bra adecuado
La comodidad es prioridad durante tus días de lactancia y tener un soporte adecuado te ayudará e a sobrellevar este proceso de la mejor manera.
Un bra o sostén de algodón, con tiras anchas, será de gran ayuda para sostener tus senos sin irritar los pezones.
En general, la posición en la que amantas a tu bebé influye en la creación de fisuras en los pezones. No obstante, también existen infecciones que pueden causar este problema, por lo que es importante que mantengas informado a tu médico de cualquier anomalía.
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