«La encontramos en ropa interior en la terraza y él reconoció que la dejó encerrada por llegar tarde de fiesta»
Solo respondió a preguntas de su abogada. El acusado de encerrar toda la noche a su pareja en la terraza de su vivienda en Benalmádena se declaró este miércoles «inocente» ante el tribunal de la Sección Octava de la Audiencia Provincial. Aseguró que esa noche, la del 17 de mayo de 2015, no abrió la puerta a la víctima –quien no se presentó al juicio– por temor a que lo agrediese dada su conducta agresiva. La versión policial fue otra: «La encontramos en ropa interior, llorando y con una mano sangrando; él nos dijo que la encerró con llave después de discutir porque ella había llegado tarde de fiesta».
Así lo indicó uno de los agentes que intervino a la mañana siguiente, después de que el conserje, alertado por los gritos de socorro, requiriese la presencia de la Policía. De acuerdo con su testimonio, el piso se encontraba revuelto, con muebles rotos y varios objetos tirados por el suelo. «Se notaba que se había producido un hecho violento, que hubo una pelea o un forcejeo», relató el indicativo, quien apuntó a que la víctima fue hallada un estado de gran ansiedad.
El procesado, un hombre de 51 años y sin antecedentes penales para quien la Fiscalía solicita una pena de nueve años de prisión –seis años por el presunto delito de detención ilícita y otros tres por un delito de lesiones–, negó que esta disputa hubiera sucedido o que manifestase a los policías que él había encerrado a su pareja en el balcón. Según testificó, la denunciante saltó el muro exterior para acceder al patio de la casa, encontrando la puerta que comunica con el interior del piso con la llave echada.
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— Des Mon Apr 12 16:12:37 +0000 2021
«Llegué a la vivienda y la vi ahí, había fumado crack y estaba bebida», manifestó el encausado, afirmando que la mujer llegó a tirarle una piedra y varias macetas con intención de herirlo. El hombre señaló que tampoco tuvo nada que ver con la lesión sangrante que presentaba la víctima en la mano. Según se recoge en el escrito de la Fiscalía, viendo que el investigado no le abría, la denunciante intentó meter la mano para abrir la puerta, «momento en que el encausado la empujó a través de las rejas».
Fue entonces cuando, según continúa describiendo el ministerio público en su informe, se fracturó el cristal de la cancela, ocasionado lesiones a la mujer y seccionándole parcialmente el tendón exterior del tercer dedo de la mano derecha. «Yo me enteré después de que se había cortado en la mano», alegó al respecto el acusado, quien dijo fue ella quien rompió el cristal de la puerta.
El portero de la urbanización en la que supuestamente se produjo el episodio también declaró como testigo. Recordó que aquella mañana acudió sobre las 8.00 horas a su puesto de trabajo y que, nada más llegar, una vecina le pidió que llamase a la Policía puesto que escuchó los gritos de auxilio de la víctima, que no cesaron durante la madrugada.
Una vez que los agentes se personaron en el lugar, el declarante fue quien los acompañó a la vivienda del encausado. Según estimó el empleado, el muro exterior que daba al balcón del piso era de unos dos metros de altura, por lo que creía que difícilmente se podía acceder a la vivienda escalando por el mismo. El caso quedó visto para el dictado de la sentencia.