No convencional
La dirección para consultar la calculadora es abrathatfits.org. No hace falta bajarse una aplicación como tal al teléfono móvil, sino que funciona como web.
Que ahora se haga viral en la red social Tik Tok una calculadora para dar con la talla de sujetador perfecta constata que acertar con la susodicha prenda fue, ha sido y es un quebradero de cabeza intergeneracional. Las encuestas en torno a este asunto apuntan a que siete de cada diez no usan el tamaño que le corresponde. Ya sea por exceso o por defecto, ni la sujeción ni las formas -incluso a veces las telas- son las idóneas y las consecuencias van más allá de la mera incomodidad.
La calculadora que promete acabar con esta situación y que arroja su veredicto con apenas tres medidas y un par de datos personales se llama 'A Bra That Fits' (ABTF). Se podría pensar que es una más, que herramientas digitales para alcanzar el mismo objetivo abundan en la red. Pero lo cierto es que el método de esta la hace única.
A pesar de que fue creada en el año 2010 por una joven diseñadora de moda íntima, Freda Zelvey, no fue hasta hace unos meses que fue catapultada a la fama a través de las redes sociales. La responsable fue la modelo Alexandra Madison, que colgó una entrada sobre la nueva forma de medir de ABTF y de los detalles a tener en cuenta de la forma del pecho para elegir bien la prenda. Madison hablaba en su entrada de los tamaños, la base, si se proyecta o no, del volumen, la caída... Del éxito que tuvo el post hablan por sí solas las cifras: 33,5 millones de visualizaciones.
Nada de esto era tenido en cuenta en la medición clásica del busto. La talla solo se deduce habitualmente por dos parámetros: el contorno del torso por debajo de las mamas y el contorno a la misma altura pero incluyéndolas. En función del resultado, se establecía la talla y la copa consultando una tabla de equivalencias. La talla numérica la dicta el contorno del torso y la copa (de la A a la G) al volumen de la mama propiamente dicha. Pero la diversidad femenina no parece caber en solo dos parámetros. Y esto es lo que 'A Bra That Fits' tiene en cuenta para acertar.
Así, para deducir la talla, la herramienta hace una serie de preguntas al usuario sobre su sexo o su edad y le pide que haga más mediciones que las dos citadas. Esta calculadora, que está haciendo descubrir a miles de mujeres que no llevaban el sujetador ideal (a tenor de los comentarios de su hilo de Reddit), pide además que se pase la cinta métrica alrededor del busto en varias posiciones: de pie, tumbada, inclinada hacia adelante... Con todo, un algoritmo realiza un cálculo más preciso, al tener en cuenta más posturas para calcular el volumen real.
Tiene también en cuenta otras circunstancias que influyen, como el género asignado al nacer (así lo pregunta) y si ha habido cirugía estética. Y es que la mama se desarrolla y se asienta de forma distinta tras una terapia hormonal o una operación de aumento de pecho. De los comentarios de las usuarias se deduce que la mayoría de las mujeres utilizaban menos copa y más contorno del que les correspondía, apunta la creadora de la 'app' en su manual de uso. Tras hacer la prueba, y comprar una prenda por internet con la calculadora como única referencia, constatamos que la herramienta es sorprendentemente certera.
Eso sí, en un ejercicio de honestidad, la creadora de la aplicación precisa en su web que, aunque no sea lo más habitual, puede fallar. Esto se debe a particularidades muy concretas en la forma del pecho y el torso que se pueden dar en algunas personas.
La dirección para consultar la calculadora es abrathatfits.org. No hace falta bajarse una aplicación como tal al teléfono móvil, sino que funciona como web.
Se mide el contorno del tronco (sin contar la mama) ajustado, suelto y muy apretado. Luego se rodea el pecho de pie, tumbada e inclinada hacia adelante.
La calculadora pregunta el género que le fue asignado al nacer de la persona que hace la medición. Las formas cambian con tratamientos hormonales y cirugías de aumento de mamas.
Mundial La calculadora está en inglés, pero realiza el cálculo en todas las tallas (europea, francesa, inglesa, etc.) que también suelen añadir confusión a la hora de elegir.
Los especialistas recomiendan comenzar a usar sujetadores de la talla y la copa correcta entorno a la pubertad para que el crecimiento sea el más saludable posible.
¿Cómo resulta ser entonces la prenda perfecta? «Lo ideal es que 'abrace' el pecho sin despachurrarlo y que abarque toda la mama sin pinzar ninguna parte. De lo contrario, las consecuencias pueden ser desde sufrir heridas por roces hasta alteraciones en la forma de la mama», explica la doctora Nélida Grande, especialista de la Sociedad Española de Medicina de Cirugía Estética y Reparadora.
La buena sujeción del pecho es uno de los tres pilares de su cuidado para que no caiga más de lo que la edad y otros factores, como los hormonales y la lactancia, dicten. La doctora Grande constata «la falta de conocimiento» de las mujeres en general sobre esta premisa y la falta de información para corregirla adecuadamente. Tampoco hay, se la menta, buenos dependientes con conocimientos para asesorar en la compra, «salvo corseterías tradicionales muy contandas que, además, están desapareciendo», valora Grande.
Sobre la edad a la que se debe pensar en una buena sujeción, aconseja entre los 12 y los 14 años, alrededor de la pubertad, incluso antes de ella si la constitución del la niña así lo pide. Nunca hay que dar lugar a que quede suelto. «Es bueno, cuando el pecho no es muy grande, dejarlo libre para dormir o puntualmente en casa. Pero hay que comenzar a usar esta prenda pronto», explica la especialista.
En la sujeción, concreta, merece capítulo aparte la práctica del deporte. Hacerlo sin una prenda específica, que refuerza el doble y evita el impacto al correr o al realizar movimientos bruscos, es imprescindible para proteger los 'ligamentos de Cooper'. Si estos ceden por el peso, es imposible recuperar el tono.
Junto a la sujeción, evitar cambios de peso es el segundo cuidado más importante que debe recibir el busto de la mujer. Solo así se evitar que la piel pierda consistencia y elasticidad. Por el cuidado de esta, «con una buena hidratación diaria -prosigue Grande- y evitando tóxicos como el café y el alcohol que la dañan» se podrá mantener el pecho sano hasta que las hormonas y la edad manden.